En efecto, emerge el reto de hacer viable y compatible el bienestar de los hombres con una sociedad sostenible en la que impere la justicia y cuyo objetivo supere el mero consumo material, más aún cuando el crecimiento económico no resulta ilimitado en un mundo de recursos finitos.

De ahí la conveniencia y oportunidad de celebrar el Día Mundial de la Justicia Social, señalado en el calendario el 20 de febrero, con el anhelo de contribuir a combatir los flagelos que rodean nuestra vida cotidiana expresados en la pobreza, precarización en el empleo, desigualdad por razón de sexo y situaciones de exclusión que ponen en riesgo el acceso al bienestar social y la aplicación de la justicia social entre los seres humanos.

Y es que la justicia social constituye una premisa ineludible en la consecución de una convivencia pacífica como base en la promoción del desarrollo sustentable y la puesta en valor del respeto a la dignidad humana.

Así pues, a través de esta jornada, presentamos, ponemos en evidencia y alertamos sobre nuevas realidades diferenciadas; y, precisamente, es ahí donde radica su interés, al permitir agrupar un tema desde una perspectiva multidisciplinar, poliédrica y plural, sobre el entendido de que, en lo que a la academia respecta, la suma de criterios enriquece la reflexión, por medio del intercambio de ideas y planteamientos. Todo ello con la finalidad de crear opinión, plantear propuestas y avanzar en la búsqueda de soluciones, tareas a las que toda Universidad se halla compelida a cumplir.

En esta 4ª edición, las jornadas versarán sobre el tema intitulado “Objetivos de Desarrollo Sostenible y Justicia Social”.

En efecto, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) representan la esencia de la Agenda 2030 y aportan una visión renovada de la sociedad relacionada con un futuro integral como resultado de la colaboración internacional entre los países.

Merced a 17 Objetivos (ODS), con sus respectivas 169 metas y sus correspondientes 231 indicadores, los Estados miembros de Naciones Unidas se han pronunciado a favor de una agenda de carácter universal con una finalidad claramente innovadora, puesto que, en su virtud, se superan los viejos paradigmas asentados en las meras ayudas de colaboración, sujetas al cumplimiento de determinadas condiciones, en el afán de asumir el reto de implantar una forma de actuación unificada y asentada sobre el principio de la responsabilidad común, en pro de un desarrollo sostenible e inclusivo.

Por ello, destacan las bases universales, transformadoras y civilizadoras de estos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que cuentan con una vocación universal que impone a todos los países una serie de tareas por cumplir; presentan una visión transformadora, superadora del paradigma sobre el que giraba el modelo tradicional de desarrollo, que aboga ahora por un desarrollo sostenible integrado por varias dimensiones complementarias entre sí –económica, social y medioambiental-, sobre el eje del respeto a la dignidad de las personas y su entorno; del mismo modo que, por fin, pretenden implantar los principios de igualdad y no discriminación, tanto en un plano interestatal, como en el marco interno de cada uno de los Estados, lo que compele a estos a cumplir el compromiso de velar por la aplicación de los derechos humanos, independientemente de cualquier tipo de circunstancia y condicionamiento.

A partir de esta visión preliminar, podemos ponderar el papel más que relevante de los ODS en aspectos tan importantes y vertebrales como la planificación y el diseño de las políticas públicas, al margen del ámbito territorial de actuación del que se trate (ya sea nacional, autonómico o local), tomando en cuenta como referencia y finalidad en sí misma la consecución de un desarrollo sostenido, inclusivo y armónico con el medio ambiente.

En este sentido y conforme a lo señalado con antelación, las IV Jornadas sobre Justicia Social organizadas por la Facultad de Comunicación y Ciencias Sociales de la Universidad San Jorge abordan en esta edición de 2023 los Objetivos de Desarrollo Sostenible en general y, más concretamente los Objetivos 13 y 16, correspondientes con dos tópicos de gran actualidad e interés como son, por un lado, “la acción por el clima”, y, por otro, “paz, justicia e instituciones sólidas”.

En una línea coherente mantenida con el hilo conductor de ediciones anteriores, se trata de reflexionar sobre cuestiones relevantes en nuestros días y, con ello, coadyuvar en la labor de conformar una necesaria concienciación social, erigida en punto de partida ineludible para lograr que, al igual que sucede con otro tipo de iniciativas de esta misma naturaleza, los Objetivos de Desarrollo Sostenible superen los linderos del mero efectismo para asentarse en los de la eficacia real, hasta el punto de llegar a consolidar un espacio natural identificado con su etapa de desarrollo activo y eficiente, de conformidad con el diseño, espíritu e intención primigenios que los gestó y alumbró.